Pedro Porro | El mejor lateral de la Premier salió de Don Benito: “Lo comparo con Son Goku”
Decisiones. Hay decisiones que te cambian la vida. Elegir un club u otro. Saber dar los pasos adecuados y escoger el camino correcto. ¿Cuántos jugadores hubieran tenido una suerte distinta de haber escogido otro rumbo? La gran mayoría de ocasiones la carrera de un futbolista va mucho más allá de su talento.
Por suerte, Pedro Porro siempre ha sabido escuchar a los demás. Es una de las muchas cualidades que tiene y que le han llevado, ahora mismo, a ser considerado uno de los mejores laterales diestros del momento. ¿Quién sabe si la fortuna del extremeño hubiera sido otra de priorizar un club grande antes que un proyecto de progresión como el Girona? ¿O de tirarlo todo por la borda después de convertirse en el tercer lateral derecho del Valladolid?
El ahora lateral del Tottenham ha sabido dar los pasos adecuados junto a los suyos y luchar en cada adversidad. Si algo no llega, se sigue peleando. Ya desde un inicio, desde que le descubrieron en su etapa en el Gimnástico de Don Benito, en un partido entre la selección extremeña y la madrileña, y que le obligó a dejar el pueblo para ir a Vallecas.
Del Rayo al Girona
Ahí empezó todo. Gol y asistencia le sirvieron para lograr una prueba en el Rayo Vallecano, donde se adaptó a trabajar como en las grandes canteras y que le llevó directo a Girona. Varios ‘grandes’ fueron a por él, pero tanto el jugador como su entorno especialmente optaron por un proyecto mucho más suculento en lo deportivo. Querían llegar al fútbol profesional antes que vivir del fútbol.
Su temporada en el Juvenil A del Rayo lo llevó directo al Peralada, filial del Girona, donde no necesitó demasiado para llamar la atención de Pablo Machín, entrenador del equipo en aquel entonces. Lo que no esperaba era que iba a ser uno más del primer equipo convirtiéndose en carrilero.
Aquel extremo que había sido descubierto justo antes de la etapa juvenil en Don Benito iba a pasar a ser ahora más defensor que delantero en un Primera. “Quique Cárcel me dijo que iba a jugar de carrilero. A mi me costaba verlo. Ahora agradezco a Quique que le cambiara de sitio”, comentan desde su entorno.
Pedro Porro, con apenas 18 años y con la salida de Pablo Maffeo, se había convertido en el carrilero diestro del Girona después de una pretemporada de gran nivel. Era su año, aquella campaña 18-19. No es novedad, durante el siguiente verano muchos equipos, entre ellos el Valencia, llamaron a su puerta, pero finalmente llegó el City para poner 12 ‘kilos’ y llevárselo a Manchester. Pedro nunca iría a la ciudad mancuniana, que tenía el puesto cubierto con Walker.
La cruda realidad en Valladolid
Terminó cedido en Valladolid, y ahí creció más fuera del verde que dentro. Topó con Sergio González y el de Don Benito se convirtió en el tercer lateral diestro del equipo. Le faltaba crecer y mucho en lo defensivo. Lo pasó mal, pero fue clave para su mejora, para que años más tarde se transformara en un defensor total. “Me decía no soy el mejor defensa, pues tengo que aprender a defender. Lo comparo con Son Goku, que iba siempre de menos a más y se iba transformando. Siempre había alguien más que él. Tiene tanta determinación y voluntad… Pero es que no para de evolucionar”, comentan.
Se puso a currar y esperó su oportunidad, hasta que llegó de la mano del Sporting de Portugal, donde todo cambió. De nuevo, pudo ir a otro destino más fácil como podría ser el Betis, donde estaba más cerca de los suyos, pero priorizó ese paso adelante que era volver a sentirse importante en un esquema que potenciaba sus facultades ofensivas. Y en Lisboa lo fue. Vaya que si lo fue.
Con la sonrisa que le caracteriza y que le permite adaptarse a cualquier contexto, Pedro Porro se convirtió en ídolo en el Sporting de Portugal. Ganó una liga para el club 20 años después de la mano de Hugo Viana, director deportivo, y Rúben Amorim, el técnico que es como un padre para él. Con el ahora preparador del United pasó a ser un carrilero de referencia en Europa, lo que lo llevó directo al Tottenham de Conte en enero de 2023 previo pago de unos 50 millones de euros.
Tuvo que volver a mejorar con Conte
Firmaba el cuadro ‘spur’ a un activo de presente y futuro, que llegaba para ser el amo y señor de la banda del cuadro londinense. Aunque los inicios volvieron a no ser fáciles. Con Conte le tocaba volver a defender más y la Premier le exigía demasiado. La prensa no tuvo piedad con él.
“Los tres primeros meses recuerdo que me dijo algo parecido a ‘igual no soy tan bueno como yo pensaba’, o ‘me estoy replanteando todo’. Hubo muchas críticas en esos meses. Hubo fases de temporada que estaba tan preocupado por defender, que hasta se olvidó un poco de atacar como mejor sabe. A pesar de todo, pensó en superar esta adversidad y a currar como el que más”, asegura su entorno.
Poco queda de aquel Pedro Porro. Ganó en defensa, se convirtió en un futbolista capaz de jugar en defensa de cuatro y, a partir de ahí, voló hasta convertirse en uno de los mejores laterales derechos del mundo. Juega por dentro, por fuera, asiste, golea y tiene una intensidad tremenda en la marca defensiva. Se lo ha ganado a pulso.
Adaptado a Londres, al idioma y al vestuario, como siempre ha sabido hacer, el de Don Benito entendió también que tenía que cambiar hábitos para llegar donde está ahora mismo. Mejoró la alimentación y la calidad del sueño y las lesiones musculares importantes pasaron a un segundo plano. Todo para llegar al nivel al que está hoy en día.
Ahora, mientras todos hablan de su futuro en el Real Madrid o en los dos equipos de Manchester que también lo tienen en su agenda, el futbolista solo piensa en seguir haciendo una temporada para enmarcar. Lleva meses siendo el lateral de moda en la Premier y no piensa bajar el ritmo. A sus 25 años, está para dar el paso adelante definitivo hacia un gigante. Es el paso que toca. Ahora sí.
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