Messi impone una salida para replantearse su continuidad en el Barça
Leo Messi tiene pie y medio fuera del FC Barcelona. Después de que Josep Maria Bartomeu lo retuviese contra su voluntad, el delantero argentino no piensa en otra cosa que en el último día del curso, cuando pueda hacer las maletas con la carta de libertad y sin carceleros que impidan su salida. No obstante, en el fútbol todo pasar. Y aunque en la parroquia culé se dé por hecho que este será su último año en el club, existen algunos caminos que podrían hacer cambiar de opinión al argentino.
Por ejemplo, que engancharan la rampa de salida algunos de los miembros que figuran actualmente en el vestuario. Y uno de ellos es Antonie Griezmann, con el que se conoce en Barcelona que no guarda muy buena relación.
La fría relación entre Messi y Griezmann
En lo personal, por el documental La Decisión, con el que hizo de su rechazo al Barça algo mediático, y que sentó como un tiro en el seno del vestuario culé. Y en lo profesional, porque no se entienden sobre el terreno de juego.
En este sentido, el seleccionador Didier Dechamps se refirió a las palabras de Ronald Koeman tras el empate ante el Sevilla, en las que puso a Griezmann en el punto de mira, con aquello de que “un jugador de su calidad debería haber convertido alguna de las ocasiones que ha tenido”. El seleccionador francés opinó que no se puede culpar al jugador, pues no está jugando en su posición. Y que si eso ocurre, no es por Koeman, que siempre defendió que no entendía que Griezmann jugara en la banda izquierda, cuando la suya era la derecha, sino por los jugadores que el Barça tiene en su plantilla, que le condicionan a diseñar sus alineaciones. Vamos, que mientras esté Messi en el equipo, Griezmann no recuperará su mejor versión.
La salida de Griezmann aumenta las posibilidades de la continuidad de Messi
«Griezmann no está contento con su situación. Si hiciese comentarios al respecto, Koeman no estaría contento de escucharlos. Lo están utilizando en una posición por el costado derecho, y no es por la manera de pensar de Koeman, ya que dijo que no entendía por qué en el Barça no jugaba por el centro, pero con los jugadores que tiene que adaptarse forzosamente », comentó Deschamps. Y ni qué decir tiene que Messi no quiere jugadores a su lado con mala cara por no poder ocupar su posición y que no tienen la calidad suficiente para reconvertirse. Porque como siempre dijo, León quiere un proyecto ganador con jugadores que rindan al máximo en sus apariciones. Y Antoine está ocupando una ficha que podría servir para un jugador realmente válido para el Barça.
Con todo, si el próximo presidente da salida a Griezmann, podría ser un punto de inflexión en las intenciones del argentino. Y no solo al francés. También a jugadores como Ousmane Dembélé o Samuel Umtiti, que no están aportando absolutamente nada al club más que hemorragias en las arcas culés. Una imposición que Messi ya ha hecho de forma indirecta al sucesor de Bartomeu en la mayoría de sus últimas comparecencias.