La reina Sofía deja por escrito su última voluntad: así quiere ser enterrada
La reina emérita doña sofía cumplirá 82 años el próximo 2 de noviembre. 82 primaveras muy bien llevadas, por cierto. La madre del rey Felipe VI se siente fuerte, a pesar de los disgustos que le han dado algunos miembros de la familia real durante los últimos meses / años. Aún así, es una mujer que a menudo piensa en el día en el que ya no esté. Tanto como para tener claro cómo quiere ser enterrada.
Las informaciones que ha surgido acerca de los 65 millones de euros presuntamente cobrados por el rey emérito de España Juan Carlos I, del gobierno de Arabia Saudí en concepto de comisiones por su participación en la construcción del Cra Medina-La Meca, ha sido solo un golpe más en la vida de la reina sofía.
Momentos duros
Porque al margen de la presunta corrupción de Juan Carlos y de las informaciones relacionadas con affaires que habría mantenido éste fuera del matrimonio a lo largo de muchos años, la emérita ha tenido que lidiar con otros disgustos desagradables en la última década.
Primero fue el divorcio de su hija Elena y Jaime de Marichalar, en noviembre de 2009. Y más tarde llegaría la involucración de su yerno Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, por el que fue condenado a varios años de prisión.
Golpes que han afectado y mucho a la reina, que aunque no lo haya externalizado en absolutamente ninguna de sus apariciones públicas, le han producido un enorme dolor. Porque ella es una señora ejemplar, y la reina no debe solo serlo, sino también parecerlo.
La última voluntad de Sofía
Sin embargo, prefiere mirar al futuro con optimismo. No quiere amargarse durante los años que le quedan de vida. Prefiere disfrutarlos con los suyos, con los que le quieren de verdad. Poder ver como Felipe VI refuerza la monarquía, como sus hijas se hacen mayores de edad y, quién sabe, llegar a ver el inicio del reinado de su nieta Leonor.
Y mientras espera que llegue todo ello, también piensa en cómo quiere que sea su final. Y también en sus últimas voluntades, de las cuales tiene una muy clara.
La monarca quiere que el día que nos deje, sea incinerada y que sus cenizas sean esparcidas por el mar. Pero no por cualquiera. Quiere que el lugar sea cerca de Marivent, donde tan buenos momentos ha pasado a lo largo de su vida y que en los últimos tiempos le ha servido de refugio.
Así se lo confesó la propia Sofía a la periodista Pilar Urbano en una de sus visitas a la emérita, según relató la periodista en un artículo: “Cuando yo esté muerta, no van a preguntarme qué entierro quiero, claro; pero si me dieran a escoger, preferiría que me incinerasen y esparcieran mis cenizas por el Mediterráneo y el Egeo. Son un mismo mar: ¡el mar de mi vida! ”.