“Me haría ilusión que estuviera con el equipo en ‘Champions”

Antonio Conte llegó a Nápoles con la misión de levantar a un equipo destrozado y devolverlo a la élite del fútbol italiano. Lo que parecía un objetivo modesto (clasificar a competiciones europeas tras terminar la temporada en 10º lugar de la Serie A) terminó convirtiéndose en una hazaña mayúscula: la conquista del ‘Scudetto’ tras vencer al Cagliari (2-0) en la última jornada. Un título que nadie imaginaba posible al inicio de la temporada y que hoy se celebra como un verdadero milagro deportivo.
El técnico italiano asumió el banquillo napolitano tras una campaña desastrosa. Después del histórico título de 2023 con Luciano Spalletti, el club entró en barrena: tres entrenadores (Rudi García, Walter Mazzarri y Francesco Calzona) desfilaron sin rumbo durante la temporada 2023-24, que finalizó con el Napoli en una decepcionante décima posición, sin billete europeo y como el peor defensor del título en la historia de la Serie A.
Reconstrucción en medio del caos
La salida de figuras clave como Victor Osimhen (Galatasaray), Khvicha Kvaratskhelia (PSG), Kim Min-jae (Bayern) y Piotr Zielinski (Inter) dejaba una plantilla debilitada. La afición, desilusionada, no esperaba grandes logros. Ni siquiera el fichaje de Conte, libre desde marzo de 2023, logró reavivar el entusiasmo inicial.
Sin embargo, el técnico brindó estructura, carácter competitivo y una mentalidad ganadora que transformó por completo al equipo. Apostó por refuerzos estratégicos, como Romelu Lukaku, a quien ya había dirigido en el Inter, y el escocés Scott McTominay, llegado desde el Manchester United. Ambos fueron claves: Lukaku como referencia ofensiva (14 goles), McTominay como motor del mediocampo (12 goles y 4 asistencias).
La marcha de ‘Kvara’ y las cuentas pendientes
Kvaratskhelia fue determinante en los primeros meses, con 5 goles y 3 asistencias, pero su traspaso al PSG en enero dejó un vacío que no se llegó a cubrir con garantías. Conte reconoció públicamente su decepción por no haber logrado retener al georgiano, aunque defendió el compromiso del jugador y del club.
“Me ilusioné creyendo que podía hacerle cambiar de idea. Quizás fui presuntuoso”, admitió Conte. Unas palabras que reflejan la implicación personal del técnico en un proyecto que, aunque limitado en recursos, acabó dando frutos impensados.
Tensión, presión y sinceridad
A lo largo de la temporada, Conte no ocultó su malestar ante las exigencias desmedidas. Su discurso fue tan sincero como crítico: “No quiero cargar con la presión de que, por ser yo, debo ganar siempre. No estoy aquí para hacer milagros, sino para construir algo serio”.
Sin embargo, el resultado final le contradice. Napoli se consagró campeón en una liga altamente competitiva, peleando hasta el final con el Inter de Milán. Conte vivió la última jornada desde la tribuna tras ser expulsado la fecha anterior. Sufrió con el gol del Inter, respiró con la chilena de McTominay y estalló de emoción con la sentencia de Lukaku.
Un título de autor
El ‘Scudetto’ de 2025 no tiene el brillo futbolístico del conseguido bajo la dirección de Spalletti, pero sí el sello de Antonio Conte: pragmatismo, disciplina táctica y determinación. Es el quinto título de Serie A para el técnico, tras los tres con Juventus (2011-12, 2012-13, 2013-14) y uno con el Inter (2020-21), y es el sexto título liguero que gana en las últimas ocho temporadas, contando la Premier League con el Chelsea (2016-17), equipo al que también relanzó tras acabar 10º en la liga inglesa la temporada anterior a la llegada de Conte.
También se trata del sexto ‘Scudetto’ que se queda en el sur de Italia, con cuatro en Nápoles, uno en Cagliari.
La gesta de Conte trasciende lo deportivo. Ha devuelto la fe a una afición golpeada y reconfigurado la identidad del Napoli. El reto ahora es mantener el proyecto y aclarar su futuro, que sigue rodeado de incertidumbre.
“Estoy feliz en Nápoles, mi familia también. Pero habrá que ver qué dirección toma el club. La ambición está, pero hace falta planificación”, declaró tras el partido, pese a tener contrato hasta 2027. “Ahora estamos disfrutando de todo, con De Laurentiis tenemos muy buena relación. Hemos tenido la oportunidad de conocernos este año. Ahora lo estamos celebrando juntos: somos ganadores, de una manera diferente, pero lo somos”.
Por su parte, Aurelio de Laurentiis, presidente del Nápoles, comentó, también tras el partido, que “cuando conocí a Conte me llamó la atención su mentalidad. Lo intenté fichar en noviembre de 2023 y me dijo, ‘no hemos hecho el equipo juntos’, llevame en junio y haremos algo importante. Lo ha hecho. Chapeau”.
“Nunca digas nunca (a su continuidad). Los entrenadores tienen su propia personalidad que hay que respetar y, en mi opinión, nunca hay que forzarlos, aunque haya contratos. El Nápoles merece respeto. Y si uno quiere ponerse a disposición es bienvenido. Todos estamos dispuestos a seguirle como líder, porque me encantaría que probara suerte en la Liga de Campeones el año que viene”, añadía. “Ahora estoy con un peso menos encima. El 4 es un buen número. No es fácil. Esperemos que sea el inicio de una continuidad que no es habitual en el sur”.
El mejor entrenador de la Serie A
El italiano fue elegido mejor técnico de la temporada en el Calcio, junto a Scott McTominay, elegido como mejor jugador de la liga, ambos claves en la hazaña del Nápoles.
“Ha vuelto a suceder algo precioso. Ha sido difícil llegar al estadio porque había muchísima gente. Estos jugadores han estado fantásticos. No era fácil, había mucha presión. Ha sido un campeonato extraordinario. Mérito de estos jugadores. Se había ganado hace 2 años y ahora hemos conseguido volver a hacerlo”, dijo Conte tras el partido y con la confirmación del galardón.
“Ha sido el trabajo más inesperado, el más difícil, el más estimulante como desafío. Venir a Nápoles con el décimo puesto del año pasado y ganar es algo extraordinario. Si miramos el inicio y ahora es que hemos hecho algo extraordinario”, añadió.
Conte, un técnico de época
Con la conquista del ‘Scudetto’ al frente del Napoli, Antonio Conte consolida una trayectoria que lo sitúa como uno de los entrenadores más exitosos del fútbol europeo en la última década. Este es su sexto título de liga en las últimas ocho temporadas completas que ha dirigido, una cifra que confirma su condición de especialista en campeonatos domésticos.
El palmarés de Conte en ligas nacionales es difícil de igualar: tres títulos consecutivos con la Juventus (2011-12, 2012-13, 2013-14), uno con el Inter de Milán (2020-21), uno en la Premier League con el Chelsea (2016-17) y ahora este último con el Napoli (2024-25). A ello se suma la FA Cup ganada con el conjunto londinense en 2018.
Más allá de los trofeos, el legado de Conte radica en su capacidad de transformación. Ha devuelto la competitividad a clubes en crisis, ha relanzado carreras de jugadores y ha construido equipos reconocibles, sólidos y comprometidos. Su estilo, marcado por la intensidad táctica, la disciplina y una mentalidad ganadora, ha convertido sus proyectos en sinónimo de resultados inmediatos.
En Nápoles, como en Turín, Londres o Milán, Antonio Conte ha dejado huella. Este ‘Scudetto’ no solo revaloriza su figura: eleva aún más su estatus como uno de los grandes técnicos del siglo XXI. Y aunque su continuidad parece que está en duda, su trabajo ya forma parte de la historia del club y del fútbol italiano.
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