<
>

Jordi Fernández, un sueño americano ‘made in’ Badalona


Cuando empezó la recién terminada temporada regular de la NBA 2023-24, un tercio de los principales responsables de la dirección deportiva de las 30 franquicias señalaban que Jordi Fernández Torres (Badalona, 41 años) era, sin lugar a dudas, el mejor entrenador asistente de la NBA. El guiño en la tradicional encuesta anual de la ESPN a los ejecutivos era otra señal más de lo que estaba a punto de llegar para el actual ayudante principal de los Sacramento Kings, próximo entrenador jefe de los Brooklyn Nets.

El histórico logro del preparador catalán llega dos décadas después de su primer viaje a Estados Unidos en verano de 2004, cuando ejerció como entrenador en los campus de la Universidad de Oklahoma. Su largo e improbable camino hacia el éxito lo firmaría cualquier productor y guionista de Hollywood. “Es un poco el sueño americano, y lo puedo corroborar”, reconocía Fernández hace unos años a este periódico. “Quienes sobreviven aquí son quienes hacen bien su trabajo, y me siento muy afortunado, porque yo nunca he buscado este camino. Lo he encontrado aprendiendo y lo valoro cada día”, apuntaba.

El técnico catalán dio sus primeros pasos como entrenador a los 15 años, en el CB Sant Josep de Badalona. Luego trabajó también en el CB Sant Boi y el Bàsquet l’Hospitalet antes de empezar a recorrer mundo gracias a a una curiosidad natural y espíritu de sacrificio que le han abierto nuevas puertas en cada uno de los sitios en los que ha estado. Su pasión por el basket, como no, empezó en la cantera del Joventut.

Jordi Fernández, el tercero por la izquierda en la fila de abajo

Jordi Fernández, el tercero por la izquierda en la fila de abajo

Cedida por Enric Campos

Después de entrenar en Noruega y Holanda mientras terminaba su licenciatura en Ciencias del Deporte por la Universidad de Barcelona, gracias en parte a su trabajo con Rudy Fernández, el entrenador empezó a colaborar en Impact Basketball en 2006, un centro de tecnificación con sede en Las Vegas donde se han formado muchas estrellas de la NBA.

Allí le descubrió unos años después Mike Brown, su principal valedor dentro del competitivo y complicado universo de la mejor liga de baloncesto del mundo. El técnico, que por aquel entonces venía de aupar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James hasta las Finales de la NBA en 2007, quedó prendado del badalonés cuando le vio entrenar a su hijo Elijah. 

Fernández había hecho las maletas para unos días, pero no tomó el avión de vuelta cuando Brown, su actual jefe en los Sacramento Kings, le ofreció ser su asistente personal. Aunque en primera instancia no tenía un papel oficial ni fijo, los ejecutivos de los Cavs también quedaron impresionados con el nuevo ayudante que se colaba a algunas charlas y entrenamientos a instancias de su head coach.

El currículum de Jordi Fernández

-Categorías inferiores: Montgat, Badalonès, Sant Josep, Hospitalet, Lleida y Sarrià

2006-2009: Impact Basketball Academy de Las Vegas (desarrollo de jugadores)

– 2009-2013: Desarrollo de jugadores y asistente en los Cleveland Cavaliers

– 2013: Asistente de la selección española sub-19

– 2013-2016: Asistente y luego entrenador jefe de los Canton Charge (G-League), filial de los Cavs

– 2016: ayudante del cuerpo técnico de Cleveland Cavaliers que ganó el anillo en 2016

– 2016-2022: asistente de los Denver Nuggets

– 2017: Asistente de la selección española absoluta

– 2022-actualidad: asistente principal de los Sacramento Kings.

– 2023-actualidad: seleccionador de Canadá​

“Conecta muy bien con la gente, mucho mejor que yo, ni siquiera estoy cerca, no hay manera que pueda estar a su nivel”, ha destacado Mike Brown de su protegido y número dos. Esa capacidad para comunicar y para comprender a sus pupilos ha destacado al badalonés entre el montón de asistentes que inundan los cuerpos técnicos de la NBA. Eso y su predisposición a encarar cualquier reto que se le puso por delante.

“Es excepcional haber tenido la oportunidad de aprender aquí ( en Estados Unidos). He tenido la ilusión por hacerlo y he dado pasos adelante. Estaré agradecido a Mike toda mi vida”, decía a MD cuando se convirtió en el primer entrenador nacido en España en dirigir un partido de la NBA, en diciembre de 2022. En el pasado, Sergio Scariolo y Kenny Atkinson, con nacionalidad española, habían dirigido encuentros en la competición


En profunidad

Toni Canyameras

Jordi Fernández, parte fundamental en el éxito de Nikola Jokic

Cuando Brown fue despedido en 2009, en Cleveland ya habían visto suficiente de su coordinador de vídeo para confirmarle como entrenador de desarrollo de jugadores las siguientes temporadas. Trabajó con LeBron James, Kyrie Irving y muchas otras perlas, destacando también delante de otros técnicos que luego le darían sucesivas oportunidades en la liga. En los Cavs, Fernández estableció relación con Michael Malone, el entrenador de los vigentes campeones, los Denver Nuggets.

Fernández respondió a todas las llamadas, sacrificando vacaciones, prácticamente una palabra inexistente en su vocabulario. Se fue a las selección sub-19, y luego aceptó cargos en la liga de desarrollo de la NBA con los Canton Charge. En 2013, consiguió su primer trabajo como entrenador jefe en lo que ahora es la G-League. Su buen papel hizo que Malone le llamara para unirse a la franquicia de Colorado, donde participó en el ascenso del grupo hasta la realeza de la liga y desarrolló a figuras de calado como Nikola Jokic y Jamal Murray

Jordi Fernández, bañado en champán en el vestuario tras el triunfo en Toronto (123-124)

Jordi Fernández, bañado en champán en el vestuario tras su primer triunfo como entrenador jefe en la NBA

Sacramento Kings

“Primero de todo, Jordi es una gran persona. Estoy feliz por él, está haciendo un buen trabajo con Mike (Brown, el primer entrenador de los Kings)”, comentaba el pívot serbio, dos veces MVP, sobre su exentrenador a nuestro compañero Toni Canyameras. “Es un entrenador europeo que se ha desarrollado como entrenador NBA, tiene buena mentalidad, es un ‘mix’ de ideas entre la NBA y Europa y viene de España, que ha ganado mucho en los últimos años. ¿Si puede ganar la NBA? Por qué no”, sentenciaba.

Todos los jugadores con quienes ha trabajado tienen buenas palabras para él. También sus mentores en el banquillo. Brown le gritaba a MD, tras esa primera victoria, “¡es jodidamente fantástico, cítame!”. Malone lo tenía claro también, “algún día será primer entrenador”. Y efectivamente, solo falta ahora la confirmación oficial para Fernández, que evidentemente no se pronunciará hasta que se publique la noticia y, sobre todo, hasta que no finalice oficialmente la temporadas de unos Sacramento Kings que se juegan seguir vivos esta misma madrugada en su encuentro de play-in contra los Golden State Warriors.


Previa de la fase final

Guille Álvarez

Horizontal

Preguntado hace unos años en MD por la enorme presión que conlleva su trabajo, Fernández reconocía la dureza de estar entre los mejores del mundo en lo suyo. “Es un trabajo diario, no te puedes relajar, pero prepararme para cada partido me da satisfacción y confianza en lo que estamos haciendo. Así, la presión se ve de otra manera. Todo es crecimiento para mí, estoy creciendo día a día y estoy contento”, explicaba.

El papel que más le ha enorgullecido hasta ahora fue el bronce mundial que cosechó con Canadá el pasado verano, la primera medalla mundialista de la historia para el baloncesto masculino del país. Ahora, desde la federación canadiense temen las consecuencias de su firma con los Nets. Él, en principio, quiere compaginarlo todo y estar presente en los Juegos Olímpicos. 



“Tengo ilusión por aprender, por hacer cosas nuevas y tener retos diferentes en mi vida, eso es importante. Fuera de eso, ni mucho menos me obsesiona. Ser head coach de la NBA me gustaría mucho y confío en que pasará, pero no cambiaría esta experiencia del Mundial por nada del mundo e ir a entrenar a los Juegos Olímpicos. Eso es lo que realmente me hace ilusión porque es lo que pasará”, decía a este periódico hace unos meses.

Aunque no es un hecho muy conocido, la dimensión de Fernández le ha llevado a establecer una relación cercana y de amistad con Pep Guardiola, que en su día se desplazó hasta Cleveland para estar con él y animarle durante las Finales de la NBA de 2016. El badalonés lleva ya dos décadas en Estados Unidos, y ha sabido encajar todos los golpes necesarios en el camino hacia este éxito. Decenas de entrevistas después, hasta cinco en el último año, ha conseguido convencer a una franquicia para que le entregue las llaves de su proyecto.

Su sueño americano made in Badalona acaba de cumplirse. Pocos dudan de que es un premio más que merecido y un acierto en toda regla por parte de Brooklyn. Jordi Fernández ya es leyenda del baloncesto español, y deja inscrito ya su nombre con letras doradas a pesar de que lo mejor todavía está por llegar.

Lee también



Etiquetas

Siguiente

Deja tu comentario