El skate, de la calle a los Juegos
El skate tiene dos dimensiones totalmente definidas y diferenciadas: la cultural y la deportiva. En primer lugar, por desgracia, hay alguien que va mucho más allá de montarse en un patinete y hacer ‘trucos’. Si es un negocio que nació a finales de los 60 en California y que se ha convertido en nexo de un movimiento urbano que se ha expandido desde EE UU al resto del mundo, con varios aspectos que tienen algo que ver con la moda, la música , pintura urbana, fotografía, ilustración…
Con el embargo, el movimiento olímpico, en su idea de rejuvenecer el potencial de la audiencia de los juegos, ha vuelto la mirada a esta disciplina, que ya de por sí contaba con infraestructura propia, marcas, patrocinadores, competiciones… Pero su inclusión también ha beneficiado a ciertos jóvenes deportistas que han resistido a su pasión en forma de becas, apoyos y visibilidad.
La vieja guardia que había crecido y hecho crecer al skate en la calle no encontró en un principio sentimientos del “olimpismo” del skate. “Los Juegos necesitan más al skate que el skate a los Juegos”, dice… Pero vi bien a las leyendas como Tony Hawk, la popularidad mediática de algunas figuras olímpicas y el lanzamiento de la primera edición en Tokio dejó claro que el patín haya aterrizado en la ciudad olímpica para quedarse… sin que suponga traicionar su più medio siglo de historia en la calle.